Ilustración: Paul Kidby |
Al Club Escudería Alba se le
ocurrió contar con nosotros para montar una jornadilla de juegos de mesa para
los socios. Así que el sábado pasamos la tarde en el Brillante, entre dados y tableros.
En realidad, estuvimos muy tranquilos, de modo que aprovechamos para aprender a
jugar al único juego de la asociación que no habíamos estrenado todavía: el
Mamma mía (nada que ver con Abba), un jueguecillo de cartas fácil y rápido,
pero muy divertido, que consiste en reunir ingredientes para hacer las pizzas
menos apetitosas del mundo (salami, piña, pimientos, aceitunas y champiñón, tú
me dirás). Y entre eso, un Dados Zombie, un Samurai Sword, repartir juegos y
enseñar las reglas a los que querían probar, pasamos un rato de lo más
entretenido.
Como recompensa a una tarde de duro trabajo, después organizamos
una cena en el local y echamos una intensa sesión de las Máscaras de
Nyarlathotep.
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