
Aunque decidimos que este año no
hubiese jornadas de La Última Posada, la verdad es que echábamos de menos jugar
tirados al sol con los amigos, así que se nos ocurrió quedar a un grupillo, el
fin de semana pasado, en Cerro Muriano, que encima se nos va Miguel a Polonia
en unos días y había que despedirlo en condiciones (no sea que se arrepintiese
y le diera por quedarse :-P).


Y lo pasamos genial (ojo que no
es por dar envidia, es para agradecéroslo a todos). Andábamos bastante
relajados, con eso de que el buen tiempo ha llegado de golpe y que, por
casualidad, tuvimos el centro para nosotros solos la mayor parte del finde. La
primera noche coincidimos con unos niños bastante prometedores que, en vez de
desfilar, organizaron un rol en vivo con mosqueteros, una loca y un jardinero
con sombrero, pero se marcharon al día siguiente. Se organizaron algunas partidas
de rol (Los vengadores, Conan D100, Cyberpunk y algunas más), otros trajeron
juegos de mesa (a montones, gracias), Magic y Heroclix, algunos hacían malabares,
montamos una barbacoa al aire libre e incluso preparamos un par de talleres
(uno de marionetas, con un fraguel como invitado de honor y otro de amigurumi),
pero, sobre todo, nos pusimos al día, reencontramos amigos, conocimos gente
estupenda y descansamos.
Así que, aunque sea con una
semana de retraso, gracias a todos. Esperamos que pronto, más.
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